Puede que sea una amiga, un familiar cercano, quizá su abuelita, su madre, o incluso su hija, pero “Luisa” sintió frío en el estómago al leer el titular aparecido en “Últimas Noticias del Jueves, 1ro de marzo de 2012”, donde se señala la desaparición total del mercado de la “livotiroxina”, esencial para la terapia sustitutiva hormonal tiroidea, aunque la noticia se haya referido a la desaparición del Euthyrox®, cuando hay otras mas.
¿Por qué esta noticia es titular de Últimas Noticias, cuando hay tantos problemas de seguridad, abastecimiento, políticos y demás? Luisa le diría que la falla del medicamento - Euthyrox® de Merck - es un asunto vital, a lo que seguramente respondería que entonces los pacientes (o sea su abuelita, su esposa, su mamá, su amiga, su novia o su hija) sustituyan el producto por un equivalente o un “genérico” y santo remedio.
“Inténtelo…, bajo su propio riesgo…”
No es tan fácil; y si no me cree, pregúntese porque el Diario Últimas Noticias hace referencia específica a la desaparición de las farmacias de un producto con marca, el Euthyrox® (¿Por qué la falla de una “marca” es noticia?), mientras que en otros segmentos se refiere a fallas de simples principios activos. A estas alturas, si las cadenas de farmacias no han establecido un mecanismo informal de venta racionada, probablemente los pacientes con mas recursos habrán barrido los anaqueles, llenado sus medicineros particulares con mas producto del que puedan consumir en – digamos – el próximo año y que seguramente se vencerá frente a sus ojos, mientras que “otros” pacientes, los menos afortunados, los que no gozan de tales libertades económicas pero cuya necesidad es idéntica, vivirán con la zozobra de pensar las consecuencias para su salud si en la próxima quincena no hay o no encuentran el producto.
El Euthyrox® de Merck es un producto que los pacientes tienen que consumir usualmente “de por vida” y que para determinar las dosis terapéuticas adecuadas el médico debe trabajar cada caso en forma individual y particularmente. Prácticamente todos los procesos metabólicos del cuerpo son regulados por la glándula Tiroidea y cuando ella falla – o cuando falla el Euthyrox®, así como cualquier otro que el paciente utilice - el paciente enfrenta riesgos de todo tipo que pueden sobrevenir incluso en situaciones de riesgo vital o secuelas importantes.
O sea, no es como que se acabó el Alka Seltzer y los borrachos se tendrán que conformar con Sal de Frutas, o simplemente aspirina, mientras tanto. Nada que ver. Tampoco hablamos de televisores Chinos que se pueden usar como genéricos, ni de pollos o carnes del Mercosur que la gente puede dejar de consumirlos si no les gusta.
Para que el paciente encuentre una opción alternativa, que las hay, el paciente tendrá que visitar (innecesariamente) a su médico, solicitar su recomendación y comenzar a trabajar en la nueva dosificación adecuada, lo que implica tiempos en la consulta (innecesariamente), exámenes de laboratorio adicionales (innecesariamente) y la incomodidad de la adaptación a un nuevo medicamento, que a lo mejor no será el adecuado teniendo que volver a empezar - sin mas razón que la que hay detrás simple frase del farmacéutico: “Euthyrox®, NO HAY”.
Es irrelevante si el médico es de una clínica privada, o de un hospital, o de un CDI, el paciente tendrá que someterse inexorablemente a una incomodidad, sobrecosto y angustia que son absolutamente evitables si las mentes que ocasionan la falla en los inventarios se ocuparan de establecer políticas de salud que realmente atiendan las necesidades de los pacientes y dejarán la ideología y la politiquería a un lado.
En la etiqueta del Euthyrox® se indica que el producto es de Merck – un laboratorio farmacéutico transnacional – y que se fabrica en México. En Venezuela, la cadena Farmatodo vende el estuche de 25 unidades Euthyrox® de 25mcg en Bs. 22.80. En el mundo, el precio dolarizado de la misma presentación puede estar alrededor de 4 dólares, así que la ausencia de los anaqueles no se debe a un problema de precio, aunque seguramente el importador dirá que CADIVI no ha provisto los dólares correspondientes para efectuar la importación a tiempo para suplir toda la cadena de suministro, o que el Sitme no le asigna suficientes, mientras que el gobierno - el Estado - acusará a las cadenas de comercialización de acaparadores y vendepatrias, así como al laboratorio Merck de especulador y cachorro del imperio; y si Chávez no estuviera enfermo, los amenazaría con “ocuparlos” y “nacionalizarlos” a todos.
Pero ¿Sabe que?: Nada de eso es importante para el paciente - consumidor – que carente de recursos y en situación de desventaja corre el riesgo de quedarse sin el producto o tendrá que vivir con la angustia de ir cada día a recorrer las farmacias con la incertidumbre de la salud atorada en el cuello – donde casualmente está ubicada la glándula que falla y da origen a la necesidad del medicamento.
En realidad, todo este problema se resuelve fácilmente con políticas públicas de salud de primer mundo. “En el Imperio y los horribles países similares” esta no sería ni siquiera una noticia, porque los medicamentos “con prescripción” se venden “con prescripción”, en las cantidades recetadas y en las dosis asignadas según los tratamientos, de manera que el sistema de provisión farmacéutica pueda asignar adecuadamente la dosis según los requerimientos y sin entrar en sobrecostos y todos los pacientes, sin saber cual es su ideología, su pasión, su equipo de beisbol favorito o el color de camisa o gorra que mas usa sencillamente se presentan ante el farmacéutico de turno, en la botica popular o en Locatel, con la receta médica que es el único papel que vale y cuenta y su acceso a la salud terapéutica está garantizada.
Y sabe usted por qué, porque en los países progresistas, desarrollados y modernos la Salud es un tema de vida o muerte, no solo para el Presidente…
José Andrés Ponce
Democracia Integral
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