viernes, 16 de diciembre de 2016

¿Cómo se explica la locura del canje del billete de 100 en Venezuela?


Piensa mal y acertarás.
Maquiavelo.

Esta semana los venezolanos hemos sido testigos de una de las acciones mas irracionales de la historia monetaria nacional, o frente a una de las operaciones de legitimación de capitales mas descaradas jamás vista, pero el decreto para sacar de circulación el billete de 100 en 72 horas a través de la banca pública, en su forma y fondo nada tiene de que ver con lo normal, lo lógico, ni siquiera lo legal ni lícito.

Ningún economista serio, ni experto en control monetario, ha sido capaz de interpretar o entender esta decisión absurda, extraña, injustificada, precipitada, extemporánea, desordenada e imposible de ejecutar, por lo que no queda otra que inferir que subyace un acto evidentemente “desesperado” de quien orquestó esto tras bambalinas, quienquiera que sea el autor intelectual de semejante barbaridad, cuyas motivaciones han sido varias según nos han explicado, ninguna con sentido, por lo cual no está de más pensar que el verdadero motivo ha sido otro.

Veamos los argumentos oficiales de esta historia loca.

El presidente Maduro dictó el decreto de salida de circulación del billete de 100 bolívares con el objetivo de acabar con las mafias que junto a Dollar Today están haciendo la guerra económica a Venezuela y por lo tanto en la fantasía presidencial, al anular el billete se acaba con la amenaza. Algo así como que muerto el perro se acaba la rabia.

Luego, el ministro Reverol declaró públicamente la existencia de unos 300 mil millones de bolívares en billetes de 100 (3 mil millones de unidades), identificados por unos supuestos “patriotas cooperantes” en galpones en varios países europeos muy lejanos, billetes que serían supuestamente destinados como papel moneda para la falsificación de otras monedas o para fondear las operaciones de canje en Cúcuta que alimentan el dólar paralelo.

Denuncia asimismo el gobierno nacional que Colombia y los Estados Unidos están detrás de la maniobra desatada para desequilibrar el sistema monetario y financiero nacional, con fines inconfesables.

¿Se puede hacer declaraciones infundadas sin consecuencias?

“SI”, pero solo en un sistema legal y judicial que no exige cuentas ni hace responsable al funcionario público que no fundamente y demuestre sus afirmaciones, y si a nadie le importa pensar un poco en las dimensiones de semejante falacia, es mas fácil aún.

Si tomamos como válida la información de que la masa de billetes de 100 está compuesta por 6 mil millones de unidades, a la luz de las declaraciones de Reverol tenemos que concluir que frente a sus narices y las narices de las autoridades monetarias, fiscales, policiales y aduaneras del país sacaron el 50% del inventario nacional de este circulante, sin que nadie hiciera nada antes. En un país donde se detienen ciudadanos y activistas políticos por portar 3 millones de bolívares y circular por el territorio nacional, es como demasiado contraste. ¿No le parece?

Esto no es posible ni puede ser verdad. Lo que pasa es que normalmente nadie se plantea cuanto representa en kilos y volumen 3 mil millones de unidades de billetes. Según datos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, 1,000 billetes pesan mas o menos 1 kg. Si esto es cierto, entonces, 3 mil millones de billetes pesan alrededor de 3 millones de kilos, o 3 mil toneladas. Si todavía sigue conmigo, un contenedor de 20 pies tiene una capacidad de carga de 15 toneladas. Es decir, para movilizar 30 mil toneladas (o sea 30 millones de kilos en billetes en manos de los chicos malos), se necesitó movilizar 200 contenedores, que no hay forma de ocultar fácilmente.

Sencillamente mi querido y paciente amigo lector, ¡esto no es verdad, sino una burla a la inteligencia!

Pensemos ahora en la supuesta operación de falsificación.

Imagine por un momento que el mundo se entere hoy de una conspiración para falsificar 3 mil millones de billetes de cualquier signo monetario de cualquier país y que las autoridades monetarias, financieras, policiales y demás de ese país víctima no esté alerta o trabajando conjuntamente con las autoridades venezolanas. ¿Lo cree posible? ¿Usted se imagina que las autoridades monetarias de países “serios”, con moneda “seria” se mantengan en silencio ante semejante amenaza?

Lo mas revelador de las declaraciones de Reverol es que declara la existencia de evidencia fotográfica de galpones en Ucrania, Noruega, Polonia y que se yo cuantos otros países y no hay - al menos no compartió - evidencia ni declaración oficial de ninguno de estos países al respecto. Para un gobierno que le encanta tener “amigos” en otros gobiernos y vive de la mediática, esto es completamente fuera de carácter.

El 14 de diciembre de 2016 le metieron un empujoncito a la Cancillera Rodríguez que trató de colearse a una fiesta que no la invitaron y el escándalo internacional que hizo el gobierno nacional fue de marca mayor, pero una red de falsificación de 3 mil millones de billetes produce un “Silencio Total”. Si el gobierno tenía pruebas de semejante ilícito, ¿Por qué no actuó a través de los organismos nacionales e internacionales de justicia para recuperar esos fondos y evitar la falsificación? ¿Por qué no declara la fiscalía en este asunto?

Sencillamente, ¡esto tampoco puede ser verdad!

Se que hasta ahora he compartido con ustedes mas preguntas que respuestas, pero hay que ser estúpidamente ingenuo para creer que la versión oficial de Reverol tenga un ápice de verdad, al menos si no es acompañada por pruebas contundentes y compartidas por los supuestos países afectados.

Ahora, imaginemos por un minuto que los 3 mil millones de billeticos no están en Europa ni van a falsificar nada, sino que están en Cucutá para fondear operaciones de cambio en el marco de la guerra económica.

Bueno, saquemos esta cuenta simple: 300 mil millones de bolívares al cambio del dólar innombrable equivalen a unos cien, doscientos o trescientos millones de dólares, según la tasa de cambio de frontera que usted aplique.

¿Puede alguien a espaldas de las autoridades esconder, disfrazar y mantener depositados fuera del sistema financiero, a simple vista, sin ningún problema, varios cientos de millones de dólares o bolívares equivalente en efectivo sin llamar la atención?

El gobierno de Venezuela ha denunciado que tanto el gobierno de Colombia como el de Estados Unidos están detrás de los cambistas artífices de semejante maniobra, pero en realidad no ha sido capaz de mostrar prueba alguna de tal conspiración, en las dimensiones de su denuncia.

Pensemos ahora - ante lo absurdo de la situación - en otras posibilidades.

Algunos medios internacionales que afirman que el gobierno venezolano está infiltrado por miembros del llamado cartel de los soles, que han sido colocados en las listas de la DEA y demás organismos internacionales, y que hasta han sido denunciados como funcionarios de alto rango del gobierno venezolano como facilitadores de las actividades de narco-tráfico, implicando a cierta oficialidad nacional del mas alto nivel, han reseñado que esta operación parece mas bien una de legitimación de capitales encubierta en las medidas presidenciales para la defensa de la integridad del sistema monetario nacional, aunque este ha sido pulverizado por la errática y absurda política monetaria del país.

Es un hecho público, notorio y comunicacional que Pablo Escobar Gaviria, el famoso narco colombiano que gozó del mas alto poder político en Colombia, mantenía varios pisos del edificio que le servía de residencia personal como bóveda para mantener el efectivo generado por su actividad ilegal.

También es público, notorio y comunicacional que las transacciones derivadas del narcotráfico y la corrupción son mayormente realizadas en efectivo contante y sonante, ya que estos delincuentes son “alérgicos” a dejar trazas de sus movimientos financieros.

Cualquier mago diría que el secreto detrás de todo buen truco radica en distraer la atención del espectador a un foco distinto mientras él realiza un “truco” que “por arte de magia” produce un efecto increíble, sorprendente y que nos entretiene a todos.

Esto que esta sucediendo en Venezuela esta semana parece ser mucho mas que incompetencia e improvisación; ya sabemos que no tiene sentido lógico la versión de la falsificación, menos aún que todo este volumen de unidades monetarias estén en Cúcuta ni que sea medianamente creíble pensar en semejante teoría de conspiración. Es posible que pase y de hecho seguramente sucede, pero no en las magnitudes que aspira convencernos el gobierno nacional.

¿Entonces? ¿Qué está pasando? ¿Por qué esta desastrosa, sorpresiva y sorprendente medida, sin estar listo el gobierno para el canje?

Como el ciudadano común y de bien no tiene mentalidad criminal, uno queda perplejo ante el absurdo, pero dada la poca transparencia de la información provista por el gobierno y lo turbio de este proceso, no es impertinente ni incongruente pensar que detrás de todo esto esté una mano peluda dirigida por un eje del mal que haya infiltrado al gobierno nacional por varios frentes y es muy complicado erradicar, porque los incentivos son extremadamente atractivos, lo cual ya es evidente en otros ámbitos de la vida nacional, como lo han referido varios economistas respecto al manejo del control de cambios y los procesos para la asignación de divisas.

Imagine usted por un minuto a un corrupto nacional, sea civil, militar, venezolano, extranjero, de cuello blanco, rojo, verde, amarillo, azul, naranja o el color que mas le guste, sea o haya sido ministro, diputado, de cualquier frente, el que mas le parezca, que el producto de sus fechorías lo almacena – tal como en otras historias - en una cantidad gigantesca de billetes, marrones en efectivo que tiene que legitimar a través de testaferros y otras manipulaciones financieras o de cualquier tipo.

Es irrelevante si los billetes los tiene almacenados en Colombia, Europa o en un depósito bajo custodia de sus cómplices locales, sea en una instalación protegida por seguridad civil, policial, militar o gubernamental.

Imagine ahora usted la reacción de este delincuente cuando el gobierno nacional decide cambiar el cono monetario y como consecuencia de esa decisión esa inmensa cantidad de billetes en su poder tienen que ser canjeados a plena luz y en horario bancario; pero este sujeto no tiene como hacer la sustitución sin llamar la atención de las autoridades o los particulares.

Este mafioso - como hemos visto tantas veces - tiene infiltrados en las esferas de poder y en el gobierno nacional, a todo nivel, goza de amigos que gracias a su poder político pueden crean artificialmente una corrida, un canje tal magnitud – digamos en 3 días – donde el resto del país enloquece tratando de cumplir con la norma, mientras que este sujeto, como por acto de magia resuelve sus desventuras.

Esta banda de “amigos y camaradas” hipotéticos que suelen ser infiltrados en las instituciones financieras de la banca pública y reguladores del sistema financiero y amparados en una supuesta emergencia económica, mientras todo el mundo anda enloquecido cambiando los billetes legítimos para no quedarse guindando con sus aguinaldos, junto al protagonista de esta fantasía (recuerde que es un pillo con complicidad interna) puede hacer su propio canje en la oficina trasera de una banca pública turbia, vulnerable, inauditable y que no rinde cuentas, a través de una simple “acreditación” de una porción importante de sus fondos, a cuentas propias o interpuestas de amigos bancarizados como sugirió Henkel García a Vanesa Davies el 15 de diciembre de 2016, pero en este caso de difícil seguimiento por lo turbio de la información al respecto y la falta de transparencia en la provisión de la misma.

En esta maniobra hipotética ni siquiera sería relevante movilizar estos billetes en contenedores, porque como aquí no cuadran las cuentas públicas, no es necesaria tal incomodidad; total, esos billetes serán destruidos eventualmente, así que este pillo podrá simplemente destruirlos, quemarlos, o empapelar su casa de verano si le place, sin necesidad de pasar las desventuras de los venezolanos tenedores legítimos de billetes que tienen que hacer el canje físicamente y en cada agencia dispuesta para ello. ¡Viva la contabilidad sin reporte ni auditoría!.

Luego del tiempo necesario para la transacción en un fin de semana feriado bancario, entonces este hipotético personaje le pide a sus socios infiltrados en las autoridades monetarias que convenzan al gobierno nacional ampliar la operación de canje imposible a la banca privada y después extender el período de canje por semanas. Luego de varias semanas, tranquilamente, se sienta a esperar que se le entregue al público en general y al gánster de esta teoría (escoja usted el nombre que mas le parezca), sus nuevos billeticos en la proporción del nuevo cono monetario.

Así, como por acto de magia, podríamos estar evidenciando, en medio de la locura total en que estamos inmersos en este drama revolucionario, cómplice y criminal, bajo el subterfugio de la lucha contra el dólar paralelo y detrás de los ajustes derivados del cono monetario, una de las operaciones de legitimación de capitales que jamás se haya visto.

Por supuesto que esto es pura fantasía y cualquier parecido con la realidad sería pura coincidencia, pero la verdad es que ante la falta de racionalidad de las autoridades financieras y policiales nacionales, y habiendo sido testigo en el pasado de procesos donde a la sombra del poder se emiten leyes, decretos, normas y regulaciones para favorecer a los amigos y hasta pagar favores y deudas políticas, a uno solo le queda la especulación y la duda.


¿O no?