He disfrutado y aspiro poder seguir disfrutando plenamente mi vida privada, pero es imposible permanecer anónimo ante nuestra realidad nacional. Es imposible ser venezolano y permanecer indiferente frente a nuestro drama social y frente al rumbo que toman nuestras libertades civiles.
Todos somos hijos de esta tierra y nuestro destino como nación está unido mas allá de nuestra voluntad individual. Nuestro país está fracturado y como todos los venezolanos de cualquier frente, me he preguntado de infinitas formas: ¿Qué nos pasa?
He formulado infinidad de respuestas a todos los problemas que nos aquejan; ellas siempre me llevan a reconocer una realidad nacional: No somos demócratas.
Nuestra percepción de la realidad está ligada a hechos que percibimos de acuerdo con nuestra experiencia individual, influida a su vez por paradigmas que nos permiten valorar esos hechos. Así, la realidad individual es tan vasta y variada como individuos hayan, quienes utilizan su experiencia, valores y paradigmas para responder a los retos que ella presenta.
La realidad colectiva es un tanto mas compleja, porque se compone de la sumatoria de realidades individuales que sobre hechos concretos perciben grupos sociales y que producen combinaciones de realidades colectivas tan variadas como grupos existan.
La realidad nacional es un producto mucho mas complejo, que cuando es sano, deriva de la sumatoria de todos esos factores que componen las realidades individuales y colectivas de la nación.
El fracaso de la democracia, y por ende el interminable ambiente de conflicto e insatisfacción social que desborda al país una y otra vez, es producto de nuestra intolerancia e incapacidad histórica para sumar realidades; de nuestra predisposición insana a rechazar todo aquello que amenaza nuestra percepción individual de la realidad y de nuestra absurda pretensión igualmente histórica de imponer una visión individual de la realidad como si fuese la realidad nacional.
Aunque no parecemos aprender la lección, el destino ha sido siempre el mismo. Tarde o temprano, terminamos pasando por estados de conmoción social, unidos a rebeliones, revoluciones y procesos constituyentes y reconstituyentes que, por no estar basados en la integración de esas realidades, terminan implosionando nuevamente.
No es fácil ser objetivo cuando se afectan los intereses individuales, pero tampoco se puede ser subjetivo positivamente sin desarrollar una actitud empática hacia los intereses de los demás. Es la única manera de avanzar con certeza hacia un futuro mejor para todos.
La democracia integral es el sistema que crea pacíficamente una realidad nacional sumando las realidades individuales y colectivas de una nación. Pero la democracia integral no es un concepto abstracto; la democracia integral es el producto de actitudes individuales, grupales y colectivas tendientes a producir una realidad nacional prometedora para todos los factores participantes.
“Democracia Integral” es una iniciativa que aspira a convertirse en promotora del desarrollo de la Democracia Integral, a través de la promoción y el desarrollo integral del individuo y su entorno, que permita a su vez desarrollar una conciencia colectiva para la promoción de la justicia, el progreso, la felicidad y el bienestar, como fundamentos de una realidad nacional que integre la visión colectiva e individual de todos los ciudadanos.
Esta es la invitación que hago a todos aquellos interesados en sumar y multiplicar esfuerzos para integrar una democracia para todos…
En el camino de la democracia, la democracia es el camino.
José Andrés Ponce
Democracia Integral
democraciatuya@gmail.com
http://www.democraciaintegral.blogspot.com
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