domingo, 28 de abril de 2013

Por ahora, ya no va. Mientras tanto, ya veremos…


Hay frases que definen los momentos históricos de los pueblos y los destinos de sus protagonistas, que los hacen esclavos de sus dichos y verdugos de su propia Ejecución.

Entre bochinche y bochinche de aquellos en cuyas manos se perdió la república, pasando por el chiiito escalofriante de echarle pichón para ser ni uno ni lo otro sino todo lo contrario, prometiendo que “we will come back”, “Por ahora” y “Mientras Tanto” emergen como los mensajes protagónicos de nuestro tiempo y que marcan el preámbulo del devenir histórico de este siglo.

Chávez murió “Por Ahora” y con él murió también el absolutismo hegemónico del Socialismo del Siglo XXI que no logra consolidarse y ni siquiera termina de definirse, ahogado en sus propias ejecutorias corruptas, discriminatorias, absolutistas y demagógicas y que hoy hiede a dictadura fracasada en una Venezuela tercamente única y afortunadamente diversa que se niega a renunciar a su derecho de pensar distinto y vivir en libertad.

Los herederos del “Por Ahora” juran que seguirán el camino que su Comandante trazó para ellos, quizá sin saber que no es otro que continuar estrellándose contra el muro de fracasos en que han convertido a la otrora estimulante revolución bolivariana, hoy indigestada por el socialismo a la cubana que nada bueno nos ha traído y que mucho de nuestro gentilicio se ha llevado.

“Por ahora”, abusan impunemente del poder político, mediático, económico y hasta del militar para intentar inocular una revolución fallida a un pueblo que se resiste como puede – con lo que tiene - y que lo único que han logrado, mas allá de llenar sus alforjas con el futuro de los ciudadanos, es declarar al mundo un afán dictatorial que termina explotándoles en la cara, una y otra vez, no sin antes haber destruido el potencial de progreso y bienestar colectivos cuyo camino de recuperación luce minado por quienes se acostumbraron mandar sin reportar y se empalagaron por la posibilidad de servirse, sin servir para nada en realidad.

“Mientras tanto”, sobre la marcha y el aprendizaje de los errores del pasado, ha surgido una vigorosa oposición que a pesar de todas las dificultades se abre paso y legitima ante la gente, contra la fuerza oprobiosa del poder abusado y por encima de quienes a ambos lados de las trincheras han abandonado el camino de la democracia, esta vez liderizada por quienes la UNIDAD ha premiado por su esfuerzo y constancia a enfrentar la adversidad con la confianza y honestidad del pueblo como escudo de moralidad y con el favor de la herramienta democrática del voto popular como única arma para promover el progreso. Es una unidad que cada vez que ha dejado radicalismos a un lado y se a ocupado de la gente, ha frenado afrentas constitucionalistas, desalojado gobernaciones y alcaldías corruptas, retomado espacios parlamentarios irresponsablemente abandonados y ahora ha competido con magnates revolucionarios que impúdicamente utilizan el poder para esconder su fracaso, y que pase lo que pase, ya lucen derrotados.

Contar o no contar no es el problema, porque ya aquí todos sacamos las cuentas, … y las conclusiones. El hecho reculante del CNE de someterse a la voluntad colectiva y auditar 100% de los votos es una muestra del poder de la verdad y de las mayorías, cuando son conducidas con gallardía y no son utilizadas como escudo humano de otrora cobardes que no han entendido que la gente está para servirla y no para servirse de ella para sus fines políticos y negocios particulares.

Sin embargo, no caigamos en triunfalismos inoportunos y creamos que todo está hecho; hay que dejar de pensar que un régimen absolutista se cambia en tres días, o que el futuro de nuestra democracia está en manos de agentes extranjeros u organismos internacionales. Menos aún, que los enemigos de la democracia son débiles y abrirán paso a la marcha del progreso y la reconciliación sin defender los espacios que han usurpado bajo el subterfugio de empoderar a la gente, cuando en realidad lo que han hecho es sacarle provecho y dividendos.

Hay un Camino, pero está por hacerse; aún cuando Henrique Capriles y la Unidad Democrática han mostrado un camino distinto que estimula a la mayoría de los venezolanos, sus seguidores deben ser pragmáticos al observar la realidad y dificultades que se anticipan. Los mensajes han sido enviados con acciones, palabras, planazos y perdigones, desfachatados e ilegales, que develan el talante de sus autores.

Un ministro de defensa que anuncia que les daría en la madre… y les dio; incluso algunas lloran sus pérdidas. Un director de debates que se cree dueño de la sede principal de la democracia, acostumbrado a comprarlo todo con capital ajeno y creyendo que el silencio del hemiciclo se compra con una cuota de 50%. Un Juez Supremo con cualidad de Procurador que adelanta opinión sobre un tema que podría ser elevado a su consulta y que públicamente declara que sus opiniones son obligatorias porque ella lo dice y no porque su construcción jurídica es con total apego a la letra, espíritu y razón de la ley que está llamada a defender.

Y con ellos, un Ministerio Público que luce inoperante aunque muestra su potencial cuando hay que servir a la causa revolucionaria en lugar de la de la justicia, una Contraloría ausente que da vía libre a todas las tropelías que enriquecen a funcionarios a la par de contratistas falderos y oportunistas y lo mas doloroso de todo, una Defensoría del Pueblo que en 14 años no ha mostrado su potencial y cuyos jerarcas parecen observar como espectadores desde gimnasios y salones de belleza, como si fueran becarios expectantes de la revolución que los llamó hace 20 años y nunca han respondido.

El conteo que esperamos arranque esta semana es una cuenta regresiva que en el peor de los casos ratificará el peso de la unidad nacional y con ella la fuerza para enfrentar el reto mas grande que la democracia institucional habrá tenido desde su fundación, 50 años atrás, por aquellos héroes que desde el 28 les tomó como 30 fraguar.

Esta que comienza es una nueva realidad. Una realidad venezolana y dialéctica 50-50 que sin Chávez, sin conspiradores que usan la gente como escudo, sin líderes emblemáticos de la IV cuyo accionar llevó la democracia al sacrificio y que yacen en el recuerdo de lo que no debe ser, aún luce amenazada por el fuero verde oliva tras el cual se escudan las rémoras isleñas que nada bueno quieren para nosotros.

Por ahora recontaremos votos. Mientras tanto, nos prepararemos para hacerlos valer, con el objetivo puesto en la imperiosa necesidad del reconocimiento recíproco que solo a través del diálogo democrático incrementa el patrimonio social de la nación en lugar de las cuentas bancarias de sus protagonistas.

Veremos…

Democracia Integral

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